El antiguo concepto de medios masivos de comunicación relativo a la cobertura de los medios y a una concepción de público como masa, como audiencia indiferenciada; hoy se reconvierte en una denominación en donde lo masivo se redescubre en la posibilidad de que cualquier persona - con mínimos recursos - pueda desarrollar sus propios medios de comunicación y no ser un mero consumidor sino ser un productor y generador de contenidos.
Pero la transformación del concepto no queda ahí. El talón de Aquiles de los medios masivos de comunicación fue siempre su capacidad limitada de retroalimentarse de lograr ese feedback o respuesta del público lejos del rating que nos permitiera recoger las percepciones reales o al menos los intereses de los diversos públicos a los que los medios se dirigían.
Hoy, la interactividad es una realidad que se incorpora al desarrollo de los medios en su conjunto y se convierte en el sostén básico para las propuestas de programas.
Más aún, al convertirse la televisión virtual en un recurso al alcance de cualquier persona (con recursos electrónicos e informáticos básicos) la posibilidad de sostener un intercambio permanente de información, de sensaciones o de sentimientos a través de lenguajes que combinan lo textual con lo audiovisual nos abre las puertas de una Caja de Pandora.
Las facilidades tecnológicas nos descubren un universo casi infinito para recibir y generar contenidos.
YouTube es una de las muestras más significativas de la puesta en común de “mis sensaciones y sentimientos audiovisuales”.
Muestro lo que quiero y doy a conocer prácticamente lo que me plazca. Junto a esa posibilidad podemos encontrar otras posibilidades que nos permiten crear canales propios de televisión o radio virtuales e interactivos que pueden alimentar la imaginación de cualquier potencial comunicador.
Puedo subir y bajar información textual o audiovisual de manera directa o diferida. Puedo simultáneamente “chatear” con mi interlocutor. Puedo recibir o transmitir señal en directo o permitir que se vea la oferta programática y que el usuario elija lo que desea ver a través del “video on demand”.
Los “prosumidores” (actuales productores – consumidores de contenidos) somos una categoría de personas que se incrementa geométricamente y que va creando nuevos lenguajes, usos y formas de producción.
Quienes trabajamos en el mundo audiovisual debemos estar atentos a esta vorágine de cambios e incluso tratar de innovar y experimentar con formas, estructuras y lenguajes.
El canal de televisión virtual de la UPC que ingresa a una primera fase de prueba dejará abierta la posibilidad de experimentación y toda actividad científica o lúdica que permita recrear formatos o innovar lenguajes.
Bienvenidos a la nueva era de los medios de comunicación en donde el peso no radicará - como antes - en la capacidad de los medios de llevar contenidos a una gran masa, sino en los procesos de comunicación para generar intercambio entre las personas.
--
